La Bobina Tesla
Las bobinas de Tesla han
desempeñado un papel fundamental para fomentar el interés de generaciones
enteras de estudiantes por las maravillas de la ciencia y los fenómenos
eléctricos. En su vertiente más oscura las vemos junto a los científicos locos
de las películas de terror dando lugar a unos efector luminosos imponentes, y
los expertos en asuntos paranormales sugieren con mucha imaginación que cuando
están en funcionamiento “se detecta un incremento en la actividad sobrenatural”.
Desarrollada en torno a 1891 por
el inventor Nikola Tesla, la bobina que lleva su nombre se puede emplear para
producir corriente alterna de alto voltaje, baja intensidad y alta frecuencia.
Tesla utilizó su bobina para realizar experimentos relacionados con la
transmisión de energía eléctrica sin hilos, con el fin de ampliar las fronteras
de la comprensión de los fenómenos eléctricos. “Ninguno de los componentes
típicos para circuitos era desconocido en la época” ha escrito el Public
Broadscasting Service (PBS). “pero su diseño y funcionamiento brindaron
resultados únicos, debido en buena medida a las notables mejores introducidas
por Tesla en la construcción de componentes esenciales, especialmente en el
caso de un transformador especial, o bobina, que es fundamental para el
rendimiento del circuito”.
A grandes rasgos, un
transformador eléctrico transmite energía eléctrica de un circuito a otro a
través de las bobinas del transformador. Una corriente alterna en la bobina
principal crea un flujo magnético variable en el núcleo del transformador que,
al atravesar las espiras de la bobina secundaria, induce un voltaje en dicha
bobina. En la bobina de Tesla se emplea un condensador de alto voltaje y unos
diodos separados para excitar periódicamente a una bobina primaria con
descargas de corriente. La bobina secundaria se excita mediante acoplamiento
inductivo resonante. Cuantas más vueltas tiene la bobina secundaria en relación
con la primaria, mayor es el aumento de voltaje. Así se pueden producir
millones de voltios.
Las bobinas de Tesla suelen tener
también en su parte superior una gran bola metálica (o un objeto con otra
forma) desde donde se emiten las corrientes de electricidad de forma desordenada.
En la práctica, Tesla construyó un poderoso transmisor de radio, aparato que también
utilizó para investigar la fosforescencia (un proceso en el que la energía
adsorbida por un objeto se libera en forma de luz) y los rayos X.
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