Los Cuásares
“Los cuásares se
encuentran, debido a su pequeño tamaño y su prodigiosa emisión de energía,
entre los objetos más desconcertantes del universo”.
“Los cuásares no son
mucho mayores que nuestro sistema solar, y sin embargo vierten una cantidad de
luz entre 100 y 1000 veces mayor que toda una galaxia con sus cientos de miles
de millones de estrellas”.
Describen los
científicos de hubblesite.org
Aunque han sido un misterio
durante décadas, en la actualidad casi todos los científicos creen que los
cuásares son galaxias muy lejanas y energéticas en cuyo centro hay un agujero
negro extremadamente masivo que vomita energía a medida que adsorbe espirales
de material galáctico próximo.
Los primeros cuásares se
descubrieron gracias a radiotelescopios (instrumentos que reciben ondas de
radio espaciales); no había ningún objeto visible que se correspondiera con las
señales. A comienzos de la década de 1960 se asociaron por fin algunos objetos
visualmente difusos con estas extrañas fuentes que recibieron el nombre de fuentes
de radio cuasiestelares (en inglés quasi-stellar radio sources, de ahí su
nombre).
El espectro de estos objetos, que
muestra las variaciones en la intensidad de su radiación en distintas
longitudes de onda, resultó, en un principio, desconcertante. En 1963, sin
embargo, el astrónomo estadounidense de origen holandés Maarten Schmidt hizo un
descubrimiento increíble: las líneas espectrales eran, simplemente, las del
hidrógeno, pero con un desplazamiento al rojo que las trasladaba hacia el final
del espectro. Este desplazamiento al rojo, debido a la expansión del universo,
implicaba que los cuásares formaban parte de galaxias extremadamente lejanas y
antiguas.
En la actualidad se conocen más
de 200,000 cuásares, que en su mayoría no presentabas emisiones de radio
detectables. Aunque los cuásares parecen borrosos porque se encuentran a
grandes distancias (entre 780 y 28,000 millones de años luz), en realidad son
los objetos más luminosos y energéticos que conocemos.
Se calcula que pueden tragarse 10
estrellas cada año, o 600 planetas como el nuestro cada minuto, antes de apagarse
cuando el gas y el polvo que los rodean se consumen. En ese momento la galaxia
que alberga al cuásar se convierte en una galaxia normal. Es posible que los
cuásares fueran muy comunes en los comienzos del universo, porque todavía no
habían tenido tiempo de consumir toda la materia circundante.
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