viernes, 11 de marzo de 2016

Conservación de la energía relativista

E=mc2

Abert Einstein.
“Hay generaciones que han crecido sabiendo que la ecuación E=mc2 cambió sustancialmente el mundo” David Bodanis. “Que rige todo, y es cierto, desde la bomba atómica hasta el rayo catódico de la televisión y la datación de las pinturas prehistóricas mediante carbono 14. Gran parte de lo llamativo de la ecuación recae en su independencia, dejando a un lado la complejidad de su significado”.

En un artículo publicado en 1905, Einstein deducía su ecuación E=mc2 , conocida en ocasiones como ley de la equivalencia de masa y energía, de los principios de la Relatividad especial. La fórmula indica que la masa de un cuerpo es una medida de su contenido energético. “c” es la velocidad de la luz en el vacío, unos 300,000 kilómetros por segundo.

Los elementos radiactivos transforman constantemente parte de su masa en energía según su fórmula E=mc2 , formula que también se utilizó en el desarrollo de la bomba atómica para comprender mejor la energía nuclear de enlace que mantiene los núcleos atómicos unidos y calcula la energía que se libera en una reacción nuclear.

E=mc2 explica porque brilla el Sol. En el sol, cuatro núcleos de hidrógeno (protones) se fusionan en un núcleo de helio, que es menos masivo que los núcleos de hidrógeno que se unen para formarlo. La reacción de fusión convierte la masa perdida en la energía que permite que el Sol caliente la Tierra y dé lugar a la formación de vida. La masa, m, que se pierde en la fusión proporciona energía, E, según la fórmula E=mc2 . Cada segundo, en el núcleo, las reacciones de fusión convierte 700 millones de toneladas de hidrógeno en helio, liberando enormes cantidades de energía.

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