El Tercer Principio de la Termodinámica
En cierta ocasión el escritor y
humorista Mark Twain contó la historia de un clima tan frío que la sombra de
los marineros se congelaba en la cubierta. ¿Cuánto frío podría alcanzar nuestro
entorno?
Desde la perspectiva de la física
clásica, el tercer principio de la termodinámica afirma a medida que la
temperatura de un sistema se aproxima a cero absoluto ( 0K , -273.15°C ), todos
los procesos se detienen y la entropía del sistema se acerca a un valor mínimo.
Desarrollada por el químico alemán Walther Nerst en torno a 1905, la ley puede
enunciarse del siguiente modo: cuando la temperatura de un sistema se aproxima
al cero absoluto, la entropía, o desorden (S), se aproxima a una constante S0.
En términos clásicos, la entropía de una sustancia pura y perfectamente
cristalina sería 0 si la temperatura pudiera reducirse realmente hasta cero
absoluto.
Si nos servimos del análisis
clásico, todo movimiento se detiene en cero absoluto. En cualquier caso, el
movimiento del punto cero de la mecánica cuántica permite a los sistemas en su
estado de mínima energía posible (es decir, su estado fundamental) tener la
probabilidad de encontrarse en amplias regiones del espacio. Así, dos átomos
enlazados no están separados por una distancia fija, sino que podemos imaginar
una rápida vibración subyacente, incluso en el cero absoluto. En lugar de
afirmar que el átomo permanece inmóvil, decimos que se encuentra en un estado
del que no se puede extraer más energía; la energía restante se denomina
energía del punto cero.
La expresión del movimiento del
punto cero se utiliza en física para describir el hecho de que los átomos de un
sólido (incluso de un sólido superfrío) no permanecen en puntos geométricos
exactos de la red, si no que existe una distribución de probabilidad tanto para
sus posiciones como para sus momentos. Los científicos, aunque parezca
increíble, han conseguido temperaturas de 100 picokelvins (.0000001K por encima
del 0 adsoluto) enfriando un trozo de metal llamado rodio.
Es imposible enriar un cuerpo
hasta el cero absoluto mediante un proceso finito.
Según el físico James
Trefil:
“No importa lo
inteligentes que lleguemos a ser, la tercera ley nos dice que nunca podremos
cruzar la frontera final que nos separa del cero absoluto”.
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